lunes, 12 de julio de 2010

Castellón Costa Azahar, ¡vamos a la playa!

Castellón Costa Azahar es un territorio genuinamente mediterráneo. Las pequeñas localidades del litoral conservan el carácter robusto que heredaron de un pasado alimentado por la agricultura y la pesca. Por su parte, la oferta de ocio en los principales puntos turísticos se antoja inacabable.

Una fragancia dulce y fresca, como un cítrico en plena maduración. Así es el paisaje que recorre la Costa Azahar de norte a sur, cuyo litoral serpentea entre valles y montañas de una notable riqueza natural, favoreciendo la singularidad de cada una de sus playas. Hasta 23 de ellas lucen este año la bandera azul, sinónimo de calidad para los usuarios.

Abiertas y amplias, con aguas claras que bañan superficies que combinan grava, bolos y arena fina. Estas son las características de muchas de las playas del sur de la provincia, como es el caso de Casa Blanca, en Almenara, o Les Cases (Playa Norte), en Xilxes, poblaciones tranquilas y naturales.

Un poco más al norte, Moncofa ofrece el atractivo de playas como L'Estanyol, una microreserva de flora, o Masbó, de aguas densas y ricas en yodo. El Arenal y la Playa de la Malvarrosa, en Burriana, están dotadas con todo lujo de servicios, idóneas para practicar actividades lúdicas o deportivas.

Cerca de la capital se extienden playas urbanas, como El Pinar del Grao en Castellón de la Plana, punto de encuentro y esparcimiento en los calurosos meses de verano. En Benicàssim, zonas como la Almadrava han sido regeneradas con arena natural entre espigones que impiden el oleaje. Las escuelas de vela, que confieren un aire animado y juvenil, y los paseos marítimos con sus terrazas conforman la estampa típica de la costa castellonense, caso de las playas Voramar, Torre de San Vicente o Els Terres.

A partir de Oropesa del Mar, la costa se vuelve escarpada y boscosa, propiciando la existencia de calas aisladas y recoletas. Así son, por ejemplo, Les Platgetes, de difícil acceso -y por ello lugar predilecto para los nudistas- que da paso a las dunas naturales de la amplia Amplaries. O La Renegà, acogedora y tranquila, con tramos de roca y arena que forman multitud de calas.

Entre el Parque Natural de El Prat de Cabanes-Torreblanca y el Parque Natural de la Sierra de Irta se hallan las poblaciones de Alcalà de Xivert y Alcossebre, dónde existen algunos casos de singular belleza, como la playa de Les Fonts, donde emanan corrientes de burbujas procedentes de manantiales de agua dulce, o L'Estany-Manyetes, con una gran diversidad botánica en su zona dunar.

Inolvidables son las estampas de las playas de Peñíscola, dominadas por la silueta del Castillo del Papa Luna. Menos conocidas son las Calas de la Costa Sur, rozando la Sierra de Irta, famosas por sus extraordinarios fondos marinos. Y Vinaròs, el último gran municipio al norte de Castellón Costa Azahar, donde destaca la silueta de las palmeras en las playas semiurbanas o reliquias naturales como la zona de pino mediterráneo que aún se conserva en la playa de El Pinar.