miércoles, 3 de febrero de 2010

Placeres culinarios en Segorbe

El casco antiguo medieval de Segorbe, una de las principales ciudades de la provincia de Castellón, atrapa al visitante desde el primer instante. Su trazado de callejuelas y plazoletas reúne, del 4 febrero al 7 de marzo, todo el sabor de la cocina tradicional de la comarca en las XIII Jornadas Gastronómicas del Alto Palancia. Durante los próximos fines de semana, guisos, ollas y recetas populares con siglos de historia abrirán el apetito de los paladares más exigentes. Hasta 27 restauradores se esmerarán para llevar a la mesa los platos artesanos de la treintena de municipios que salpican las fértiles tierras regadas por el río Palancia.

Aprovecha la jugosa oportunidad que te brinda Segorbe para conocer su Acueducto del s.XIV o fortalezas como el milenario Castillo de la Estrella, que devuelven la mirada a la Edad Media. Sobre el horizonte dominado por la belleza de los parajes naturales de la Sierra Calderona y la Sierra Espadán hallarás, además, paseos mágicos y lugares antológicos como el Santuario de la Cueva Santa en Altura o el Salto de la Novia en Navajas.

Vinaròs despliega sus encantos en Carnaval

Visitar Vinaròs en febrero es una opción más que acertada. El ambiente festivo que se respira en sus calles, gracias a los famosísimos Carnavales, ha conseguido que la luz y el color de un soleado día en Vinaròs tengan como un serio contrincante a sus coloridas noches. A partir del 5 y hasta el 15 de febrero la alegría y el alboroto se adueñarán de hasta el último rincón de esta ciudad.

Los Carnavales son las fiestas que anteceden a la Cuaresma y en ellas la gente deja fluir su imaginación. Aunque son numerosos los pueblos de la Comunitat Valenciana que celebran estas tradicionales fiestas destaca, entre ellos, Vinaròs. En esta localidad eligen a sus Reinas y a su Majestad, Carnestoltes, que es el protagonista de la fiesta en un acto lleno de simbolismo.

Pero antes de salir a exprimir la noche, es recomendable disfrutar del litoral de Vinaròs, de sus paisajes y de sus monumentos. Las calas vírgenes, de fondos rocosos y aguas cristalinas, como la Cala Puntal o la Cala Noria, las playas de fina arena, como la Playa del Fortí, y el animado paseo marítimo podrían ser la primera parada en una visita que debería continuar por la Torre de los Moros. Una edificación costera que formó parte del sistema de vigilancia de la ciudad, así como la Torre de Sol del Ríu.

Pero si hay una estrella que brille con luz propia en Vinaròs es el langostino. Su calidad le ha valido una Denominación de Origen. En el menú vinarocense existe una gran variedad de pescados y mariscos sobre los que el langostino destaca como el manjar más reconocido. Ya sabes… ¡Vinaròs te encantará!